¿Cómo prevalidar tu idea de negocio?
Saca pistas, información y conclusiones antes de montar tu MVP.
Tienes una idea y ya estás pensando en cómo será tu MVP. Pero… ¿has hecho “los deberes” previos o vas a ir a lo loco?
Lanzarse con el MVP sin haber hecho un estudio de mercado mínimo, sin haber investigado otras soluciones o sin haber hablado (mucho) con potenciales clientes, no suele funcionar muy bien.
¿Por qué?
Porque estarás montando el MVP “a ciegas”. Y todo aquello que puedas tener en la cabeza, puede que no haya manera de encajarlo en “el mercado”.
Entonces, a todo ese proceso de estudiar si tu idea tiene sentido me gusta llamarlo “prevalidar”.
No te garantiza que el MVP vaya a tener éxito, pero sí disminuye las probabilidades de fracaso.
Ahora bien… ¿Cómo puedes prevalidar tu idea?
Cuenta la idea a tus contactos.
Haz preventa y conoce los problemas del cliente de primera mano.
Consigue información de la manera apropiada.
Analiza todo el feedback y saca conclusiones.
Demuestra esas hipótesis utilizando landings.
Utiliza las redes sociales como otras herramientas de prevalidación.
¿Y si prevalidar ya es tu MVP?
Bonus Track: ¿y si me copian?
1.- Cuenta la idea a tus contactos
Si mantienes un secretismo absoluto, tu MVP estará encasillado en tus creencias.
¿Y si el problema que quieres solucionar sólo lo tienes tú? ¿Y si lo tienen más personas, pero no es lo suficientemente grave para pagar por ello?
Uno de los errores más frecuentes a la hora de crear un MVP es pensar que somos unas personas visionarias, que todo el mundo va a usar nuestra solución.
Pero puede que el problema ni siquiera exista.
O que lo vayas a solucionar de una manera poco efectiva.
O que sea una solución a la que la gente no se acostumbre.
Dicho de otra manera,
¿Cómo vas a solucionar un problema a la gente sin hablar con esa gente?
Hablar de tu idea a todos tus contactos es una buena manera de bajar a la realidad.
Tus allegados pueden darte su visión, pero necesitas mucho, mucho feedback.
Muchos puntos de vista, especialmente si tienes en mente algo muy “mainstream”.
Puedes dar incluso con personas que ya lo hayan probado, que tengan experiencia en el sector… y ese feedback además puede ser muy valioso para no cometer “errores conocidos”.
2.- Haz preventa y conoce los problemas del cliente de primera mano
En la misma línea anterior, sobre todo tienes que hablar con potenciales clientes.
Necesitas saber dónde tienen el problema. Cuáles son sus puntos de dolor y cómo los solucionan actualmente.
¿Están buscando activamente una solución? ¿Están pagando ya por una solución parcial?
Son preguntas esenciales para dar respuesta.
En el proceso puedes aprovechar para sacar “leads” y hacer “preventa”, sobre todo a medida que vayas teniendo clara la solución.
Cuando lances, será más fácil captar esos clientes si has mantenido la relación y el interés por sus problemas.
3.- Saca información de la manera apropiada
Si preguntas algo como:
¿Qué te gustaría que tuviese mi aplicación para solucionarte el problema?
la respuesta la vas a tener que coger “con muchas pinzas”. Porque el posible futuro cliente te dirá que quiere la Luna.
Y si preguntas algo como:
¿Pagarías por esta aplicación si tuviese X?
probablemente te dirá que estará encantado de pagar, que lo puede ver.
Porque no compromete a nada.
Por tanto, tienes que preguntar y sacar información de una manera más “investigativa”.
Observa, comprende cómo funciona su negocio, que hace y qué no hace, cómo hace lo que hace… y pregunta por cosas que suceden en el presente.
Si tu idea tiene un modelo de negocio B2C, aplica la misma idea, con el tipo de persona que consideres tu usuario.
4.- Analiza todo el feedback y saca conclusiones
Ordena y analiza toda la información obtenida.
Crea fichas, utiliza plantillas como el Business Model Canvas y monta tu esquema del negocio.
Procura quedarte con una solución muy concreta.
Puede que hayas obtenido muchas ideas de negocio en el proceso, o que te haya venido a la mente una “super solución” que resuelva varias cuestiones.
Evítalo.
Quédate con la solución simple para la que hayas detectado mayor dolor y a ser posible con un buyer-persona determinado.
Si aún así tienes varias posibilidades, intenta plantearlas por separado, como soluciones independientes.
Cuando hayas “triunfado” con una, ya tendrás tiempo de ampliar el negocio.
5.- Demuestra esas hipótesis utilizando landings
Imagina que has llegado a la conclusión de que hay un hueco de mercado para X servicio.
¿Cómo demostrarlo a una escala mayor?
Con alguna herramienta NoCode o de la manera que prefieras, crea una landing resultona.
Ofrece ese servicio, de tal manera que el objetivo sea captar leads.
Es decir, personas que quieran saber más (o contratarlo) y te dejen el email.
Puedes probar con diferentes landings, copys, etc., de tal manera que ya puedas comenzar también en qué mensajes van funcionando mejor.
No será lo mismo que si tuvieras el servicio ya activo o automatizado (puedes tratar de resolverlo de manera manual), pero esas mediciones te irán dando más pistas.
Y si la cosa va bien, tendrás un buen número de potenciales clientes / usuarios.
¿Y cómo consigo tráfico a esas landings?
En este momento no te queda otra que invertir en alguna campaña de pago en buscadores y/o redes sociales.
Es rápido y puedes ajustarlo al presupuesto que tengas.
6.- Utiliza las redes sociales como herramientas de prevalidación
Si no tienes mucho presupuesto pero si mucho tiempo, puedes utilizar las redes sociales para demostrar tu hipótesis a esa escala mayor.
Crea contenido de manera habitual, dirigiéndote al público que tiene el problema que intentas solucionar.
Aquí también puedes hacer muchas pruebas, invertir en algo de publicidad para tener mayor visibilidad, sacar métricas y estar en contacto directo con tu cliente potencial.
Según el negocio concreto, te irá mejor una red social u otra. Por ejemplo, si piensas en un B2B, Linkedin será la opción. Si piensas en un nuevo concepto de restaurante, Instagram te puede ir bien, o TikTok dependiendo de tu audiencia.
7.- ¿Y si prevalidar ya es tu MVP?
Un MVP se define como la versión mínima de tu producto para que éste funcione como negocio.
Así que puede darse el caso que las acciones o procesos que hayas dado para prevalidar, se hayan convertido en tu MVP.
Por ejemplo, imagina que en una app de ventas de segunda mano, pones unas pulseras “hand made” muy particulares.
La gente te las compra. Sigues validando y das el salto a Instagram. Sigues el punto seis y comienzas a vender por la red social.
Ahí ya tienes un MVP funcionando.
La moraleja es que intentes pensar en soluciones que te permitan prevalidar con un MVP operativo. A menudo la forma más simple de un negocio no es ni siquiera una app o una web ;)
8.- Bonus Track: ¿y si me copian?
El miedo a ser copiado es inversamente proporcional a la experiencia emprendedora.
Y es que tu idea no es lo valioso. Lo valioso, es tu ejecucción. Tu visión de esa idea.
Y eso es mucho más difícil de copiar.
En cualquier caso, es improbable que tras comentar la idea por ahí, alguien te copie.
Esa idea puede ser mil cosas, y seguro que en algún momento, alguien te copiará algo. ¿Qué harás entonces?
Pierde ese miedo. Es irracional.
Es mucho más probable que te la pegues por no prevalidar, que porque alguien te copie.
Y es muy improbable que en el proceso de prevalidar, a alguien se le encienda la bombilla, te copie y te “adelante por la izquierda”.
Así que, insisto, pierde ese miedo y comienza a prevalidar a diestro y siniestro ;)