Cómo externalizar el desarrollo de tu MVP
Y no desesperarte en el intento. ¿Cómo puedes afrontarlo?
Tienes todo listo para comenzar el MVP: la idea prevalidada, una lista de requisitos y algo de presupuesto para encargarlo a una agencia o a un freelancer.
¿Qué debes tener en cuenta?
Como startup, la tecnología es un parte “core” del negocio. Así que externalizar esa parte suele dar muchos problemas y, numerosas veces, la cosa acaba al borde del desastre.
Entonces, ¿cómo puedes minimizar los riesgos?
Un fractional > freelancer > agencia.
Un (buen) documento de requisitos.
Una buena metodología.
Una buena comunicación.
La documentación.
El marco legal.
La apuesta por lo local.
Páginas especializadas.
1.- Un fractional > freelancer > agencia.
El mayor problema a la hora de externalizar un desarrollo es que la otra parte no está pensando sólo en ti.
Es decir, tiene más clientes, más proyectos, más preocupaciones.
Y eso no necesariamente tiene que significar un servicio con carencias, pero es difícil que consigas el mismo rendimiento que podrías esperar de un equipo interno.
Ese rendimiento o cercanía será más probable de conseguir con un fractional que con una agencia, pero entrando más en detalle:
Fractional CTO
Es una opción que puede resultar “cara”, pero también es la más parecida a tener un CTO en el equipo.
Este tipo de perfiles suelen tener habilidades estratégicas, más allá de sus capacidades de desarrollo.
Por tanto, puedes acordar una dedicación concreta durante ciertos meses, para que reme contigo.
¿Cuándo te recomendaría esta opción?
Si no tienes el proyecto muy definido.
Si necesitas mucha flexibilidad en cuanto a dedicación.
Si tienes un presupuesto mensual para “esta partida”.
Freelancer
Aunque, en realidad, un “fractional CTO” también es un freelancer, hago una distinción basada en el tipo de perfil.
Así, aquí me estoy refieriendo a un perfil más centrado en desarrollo. A un especialista en X tecnologías.
Si cuentas con un mínimo de conocimientos técnicos / digitales y con cierta habilidad para tratar con perfiles técnicos, es una opción más barata.
¿Cuándo te recomendaría esta opción?
Si tienes el proyecto muy definido.
Si tienes experiencia gestionando proyectos técnicos.
Si tienes un presupuesto muy concreto y puntual.
Agencia
A priori, una agencia puede darte más fiabilidad, al contar con una estructura más grande.
También puede darte un abanico mayor de posibilidades técnicas, al contar con diferentes perfiles.
Pero eso sólo es en teoría.
En la práctica es que las agencias suelen estar mal gestionadas y van siempre apuradas de tiempo. Y también es probable que te vendan cosas que no necesites.
No digo que no haya buenas agencias, sino que lo cierto es que hay muchas malas.
Un freelancer también puede darte un mal servicio, pero el trato será mucho más directo.
¿Cuándo te recomendaría esta opción?
Si tienes un proyecto muy complejo, que necesite varios perfiles.
Si no tienes experiencia gestionando personas / proyectos.
2.- Un (buen) documento de requisitos
De manera muy especial si no cuentas con un “fractional”, tienes que realizar un buen documento de requisitos.
Puede que tú tengas el proyecto claro en tu cabeza, pero la otra persona no sabe nada del mismo.
Así que se trata de que escribas con mucha definición todo aquello que tienes en mente.
Cuanto más detalle, más probabilidad de que el resultado cumpla tus expectativas.
Y además podrás obtener un presupuesto más ajustado.
Un registro de usuarios.
Mal ejemplo
Un registro de usuarios, guardando nombre, email y contraseña.
Tras el registro, se envía un mensaje de confirmación, por lo que hasta que no confirme constará como no activado. Aún así, podrá loguearse y….
Buen ejemplo
“Justifica la respuesta”
Idealmente, puedes justificar el porqué de un requisito, o de una necesidad particular.
También puedes especificar hasta qué punto es vital, prescindible o valorable otra manera de hacerlo.
Todo esto le dará perspectiva a la otra persona, de cara a entender mejor tus necesidades.
Cuanto más entienda tu proyecto, mejor podré ayudarte y proponerte soluciones que, quizás, no habías contemplado.
Adicionalmente, puedes apoyar el documento con esquemas, wireframes o cualquier otro recurso que ayude al objetivo: que tu proyecto esté bien definido.
“La previa”
Si tienes ideas muy abstractas / poco concretas, te recomiendo contratar una consultoría previa para tratar de definir el proyecto de la manera adecuada.
Este proceso no tienes por qué llevarlo con el mismo proveedor, y también te servirá para profundizar en la visión de tu producto.
3.- Una buena metodología
Definir la manera en la que vas a trabajar es un buen “seguro”.
Imagina que aportas el documento de requisitos, cierras el acuerdo económico y el proveedor se pone en marcha.
Pero no has definido cuándo vas a ir revisando los avances, el “timing” o cómo serán las comunicaciones.
La falta de una metodología crea tensiones. Incertidumbre. Y retrasos.
Idealmente, puedes pensar en revisiones semanales o quincenales, pero es algo que tendrás que negociar y acordar con la otra parte.
4.- Una buena comunicación
Fundamental.
Una gran cantidad de problemas vienen por deficiencias en la comunicación.
O, directamente, por falta de ella.
Así que no des nada por sentado y “peca de pesadez”, en el sentido de asegurarte de que todo queda bien entendido.
Por ambas partes.
A menudo he visto cosas como:
Esto está así porque tú dijiste que…. y ahora resulta que no te referías a eso.
Los malentendidos son peligrosos y tienen mucho coste. Emocional y económico.
Así que procura mantener una comunicación sobresaliente. ;)
Y una comunicación respetuosa
También lo veo a menudo.
Personas que se creen visionarias y tratan a las personas como servidumbre para sus propósitos.
Quizás a alguien externo no tengas que motivarle como a alguien interno, pero lo cierto es que esa persona puede acabar dejándote en la estacada si no está a gusto.
Por lo tanto, si aspiras a crear una relación a largo plazo, gestiona el proyecto con una comunicación amable y cercana.
5.- La documentación
Como parte contratante, no te olvides de exigir la documentación del proyecto.
Si durante el proceso hay diferencias insalvables y tienes que buscar otro proveedor, éste no podrá ser muy ágil si tiene que descifrar lo que hay hecho.
Pero recuerda que el proceso de documentar también es cosa tuya.
¿Y si el documento de requisitos cambia por lo que sea? ¿Y si tras lanzar y los cambios se queda obsoleto?
Llevar la documentación al día puede parecer una pérdida de tiempo, pero sin duda te lo ahorrará en el futuro.
Y desde luego te dará mucho control sobre el proyecto.
Parece mentira, pero muchas veces pregunto por algo, y el emprendedor no sabe por qué se tomó esa decisión.
6.- El marco legal
Por el día a día, por el exceso de confianza, por la buena fe… habitualmente se suele omitir poner la colaboración en un marco legal.
Es decir, firmar un contrato de prestación de servicios.
¿Qué pasa si alguna de las dos partes no cumple con lo estipulado?
¿Cómo y cuándo se llevarán a cabo las entregas?
¿Qué pasa con la privacidad o la confidencialidad?
Lo que no se firma, queda en buenas palabras. En el aire.
Y cuando las cosas quedan en el aire, se tiende a abusar por cualquier parte.
Así que es recomendable que trabajes bajo ese marco legal, donde se estipulen las condiciones de la colaboración.
💡 Lo ideal es que el documento lo elabore o revise un profesional, pero a las malas puedes encontrar plantillas genéricas que adaptar a tu caso.
7.- La apuesta por lo local
Con la globalización, podrías pensar en que subcontratar el servicio en un país más barato es una excelente idea.
Pero de nuevo te darás con “la teoría”.
A día de hoy no he conocido un solo proyecto que, siendo contratado en otros países, haya salido como debería.
Cultura, idioma y estar en la otra parte del mundo. Si algo sale mal, “vete a búscarles”.
Tampoco digo que no pueda funcionar para ningún proyecto, pero en fases iniciales que necesitas mucha “cercanía” y “contacto”, yo apostaría por proveedores locales.
8.- Páginas especializadas
En internet podrás encontrar decenas de páginas para buscar freelancers.
Pero te recomiendo tres con las que trabajo (podrás encontrarme allí ;)
Shakers: relativamente nueva, pero cuentan con gestores de cuentas y ayuda personalizada para ayudarte a encontrar cada perfil.
Malt: una de las plataformas más grandes en España, especializadas en talento freelancer.
Opground: tienen un sistema de filtrado por IA, y además podrás especificar perfiles freelancers o que estén abiertos a emprender como socio.
¡Muchas gracias!